miércoles, 26 de abril de 2017

27 años ya...

Querida mamá:

¿Qué tal estás? Quizá te parezca una tontería que a estas alturas te escriba para preguntarte tal cosa, pero llevo bastante tiempo pensando que me apetece hacerlo. Sé de antemano que no me contestarás.

Quiero imaginar que no puedes. Pero la vida (o tal vez la muerte) da muchas vueltas, y quizá me sorprendas. Aún no he perdido la capacidad de sorprenderme. En eso (y en alguna cosa más) no he cambiado demasiado a pesar de los años transcurridos. Ya voy a entrar en los cincuenta, ¡quién te lo iba a decir! Tu niña pequeña ya hecha toda una mujer...

No sé si el mundo actual te gustaría demasiado, aunque tú has vivido épocas históricamente complicadas. Tal vez por eso mismo tengas miedo, o tal vez no, de lo que pueda pasar. Ya lo iremos viendo, ¿no te parece?

Nosotros estamos bien. Vamos tirando hacia delante. Los niños ya van siendo mayores (¡Han crecido muy rápido!) Parece que fue ayer cuando todavía daban sus primeros pasos... Papá es el que me preocupa un poco. Ya va teniendo una edad y se le nota el bajón. En fin, ya veremos qué depara el futuro.

Imagino que Jose y tú os veréis todos los días. ¿Ya se ha acostumbrado a estar ahí? Espero que sí. Dile que le echamos de menos y que nos acordamos mucho de él, sobre todo Marga, Álvaro y Bea.

A veces pienso en ti, Mamá Pili y Pepe alrededor de una mesa charlando de vuestras cosas, y también de las nuestras. No sé si conocerás a un señor llamado Ramón. Creo que debe ser bastante serio, al menos eso dice su hijo, que le ha dedicado un libro. Si lo ves, por favor invitadle a vuestra mesa. Seguro que os contará cosas muy interesantes.

Bueno, te dejo. Quizá te escriba más a menudo, aunque no puedo prometerte nada. No es porque no quiera hacerlo. Sé que ya lo sabes. Aún así lo intentaré. Me vendrá bien.

Te quiero y te echo de menos Mami. Cuídate. Y cuídanos mucho.

Un beso muy grande.

Gracia.

2 comentarios: