jueves, 14 de enero de 2016

Buenos días, bon dia, bos dias, egun on

Hoy es mi primer día. Así que nada mejor que la educación y los modales para introducirme en estos mundos virtuales. También en el mundo real. Por eso el título.

¿Que por qué el nombre del blog? Por una pequeña broma de mi marido acerca de la capacidad de maravillarme de las cosas más triviales (y las menos) que observo a mi alrededor y sacarles fotos con la cámara del móvil, como los japoneses... Y juro que es verdad. Tanto lo mío como lo de los japoneses. Hace muchos años, en la boda de una amiga tuve la ocasión de comprobar que el tópico del japonés haciendo fotos a diestro y siniestro no es sólo un tópico. Es realidad pura y dura.

¿Por qué escribir un blog? Llevo muchos años diciéndoles a mis alumnos (¡sí, tengo alumnos!) que tengo que escribir un blog con sus ocurrencias. Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol. Existen muchos libros tipo "Antología del Disparate" ya publicados. No pretendo eso. Y entonces, ¿qué? Algo en mi interior, y no son mis intestinos (tampoco sé muy bien lo que es, jajaja), lleva desde hace meses machacándome y machacándome con la idea de que tengo que escribir, de que tengo muchas cosas que decir, de que mis ideas no son tan ilógicas y mis experiencias son interesantes. Al menos, lo suficientemente interesantes como para compartirlas. O eso piensa cierta gente. Mis alumnos, por ejemplo, que se ríen mucho conmigo. Eso es importante, ¿no?

El último impulso lo recibí hace unas semanas en una comida con un muy buen amigo mío, bloguero y podcastero de pro (algún día os hablaré de él), que se llama Jean Bedel. Él me animó y me dijo que empezara ya. Con el Año Nuevo. Y como es una persona de las más cabales que conozco, pues le he hecho caso. Como no podía ser de otra forma.

En fin. Os tengo que dejar. Ha venido un alumno. Y el trabajo es sagrado. Además, Ángel (así se llama mi alumno) es un tipo muy divertido. Es la primera vez que nos vemos en este año. A ver qué me cuenta entre integral e integral...

Nos vemos dentro de no mucho ¿O.K.? Encantada. Aquí os espero.

1 comentario:

  1. Tenemos una idea, la pensamos bien, la estructuramos, entramos en una página de la red, nos apuntamos a ella, buscamos un Nick, una contraseña -posiblemente la misma que tenemos en el correo electrónico- buscamos otra porque en esta ocasión hay que poner mayúsculas, números y algún emoticono, y ya con todo hecho publicamos nuestra primera entrada en el blog. Después tol día de los nervios. ¿Lo habrán leído? ¿Habrá gustao? ¿Me habrán dejao respuestas? Pues lo m´ás seguro es que sí a la primera pregunta, posiblemente a la segunda y un huevo pato a la tercera. Si hay suerte un escueto "¡Je je!". En muchos casos ni siquiera encontraremos uela risita de marras y nosotros, blogeros novicios, nos preguntaremos si es que no ha gustao o si es que el gili del Guguel no nos ha escaneado todavía y por eso nuestro comentario no tiene difusión. Querida, no es nada de eso. La gente no lee nada que no sean sus propios blogs, sus propios tuits, a menos que seas algún cantante de moda o un político tuitero, nadie dirá nada. Y eso desmoraliza. Mi deseo es que en tu caso esto no sea así. Que te lea la gente, que te pongan muchos comentarios y que incluso hablen mal de ti porque, querida, hasta que alguien no te pone a parir no eres famosa. Hablabas del gen japonés y yo hablo del gen español. Enhorabuena, bienvenida y, como dicen los teatreros, mucha mierda. Por cierto, mola eso de tener una amiga que enseña a sus alumnos a hacer integrales. Ya sabemos que la fibra va bien pal estreñimiento y una panadería siempre será un buen negocio.

    ResponderEliminar